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miércoles, 22 de febrero de 2023

SANIDAD AMBIENTAL EN EL CONTEXTO “ONE HEALTH”

 



Podemos definir la SANIDAD AMBIENTAL, de acuerdo con Espigares García y col., como “El estudio de los factores y condiciones del medio ambiente que favorecen la ausencia de enfermedad y el aumento de bienestar para el hombre”, si bien en este concepto no sólo se incluyen actividades académicas sino también de gestión en el marco de la Salud Publica, como parte fundamental de una de sus tres ramas, la Protección de la Salud, que incluye todas las acciones sobre el medio ambiente, incluyendo a los alimentos, con el fin de mejorar las condiciones de salud de las personas.

Todo lo que es externo al cuerpo humano, podemos considerarlo Medio Ambiente, elementos como el suelo, aire, agua, sustancias químicas (tanto naturales como artificiales), luz, temperatura, organismos vivos (virus, bacterias, plantas, animales, etc), forman parte de nuestro ecosistema humano y con los que estamos en permanente intercambio (respiramos, comemos, nos movemos), por lo que por un lado esta relación es imprescindible para nuestra vida y por otro la pueden afectar en forma de enfermedades.

Por ello todas las acciones humanas que repercutan sobre el medio ambiente (la mayoría), al final tienen un reflejo sobre la salud, por ello la sociedad se dota de unas normas para reducir estos efectos perjudiciales, desde ámbitos tan dispares como la construcción, la industria, la agricultura, el transporte, el ocio, etc, que se aplican por diferentes departamentos y niveles administrativos.

Si bien aún es grande el desconocimiento de muchos de los factores epidemiológicos y causas de enfermedad, los avances científicos han propiciado una considerable mejora de los indicadores de salud en los últimos años, baste observar las gráficas de esperanza media de vida al nacimiento, en aumento constante en el último siglo (con algunos altibajos por pandemias o guerras).

Más del 75% de las nuevas enfermedades infecciosas humanas nos llegan desde el mundo animal (incluida la covid-19), con quienes compartimos el 60% de los patógenos, y muchas de las enfermedades crónicas tienen su origen en radiaciones o sustancias químicas (presentes en alimentos, aire, polvo, agua). El cada vez mejor conocimiento del efecto de algunas sustancias sobre los mecanismos patogénicos o sobre la epidemiología de enfermedades crónicas ha permitido restringir o prohibir el uso de algunas de ellas, o reducir niveles de contaminación, emisión o presencia en distintos productos. La administración sanitaria y la ambiental vigilan todos estos riesgos, estableciendo medidas de protección y de alerta en función de los conocimientos científicos y del nivel de peligrosidad.

Esta alta dependencia de la salud humana de las condiciones del entorno y de la salud de los animales es la base de la estrategia “UNA SALUD” (One Health), impulsada por la OMS (Organización Mundial de la Salud), FAO (Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura), OMSA (Organización Mundial de Sanidad Animal).

 Los brotes de Influenza de Alta Patogenicidad ocurridos en la década de 2000 sembraron el temor a nivel mundial de una gran pandemia por esta enfermedad similar a la de 1918, la Asociación Médica Veterinaria de EEUU creó un grupo de trabajo donde ya introdujo el término “One Health”, y en 2008 la OMS, la FAO y la OMSA (autodenominadas como “Grupo tripartito”) iniciaron un trabajo conjunto con la colaboración de UNICEF y el Banco Mundial bajo el lema “Un mundo, Una Salud: Un marco estratégico para reducir los riesgos de enfermedades infecciosas en la interfaz animal-humano-ecosistemas”. A este grupo tripartito se unió en 2021 el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), con la creación de un Cuadro de Expertos de Alto Nivel (OHHLEP) que planteó desarrollar una terminología común y la elaboración de un Plan Mundial “One Health” denominado “Plan de acción 2022-2026: Trabajando juntos por la salud de las personas, animales, plantas y medio ambiente”.

Una Salud” es un enfoque unificador integrado que procura equilibrar y optimizar de manera sostenible la salud de las personas, los animales y los ecosistemas. El enfoque reconoce que la salud de las personas, los animales domésticos y salvajes, las plantas y el medio ambiente en general (incluidos los ecosistemas) están estrechamente relacionados y son interdependientes. (Definición de “Una salud” elaborada por el OHHLEP, 2021).

El mencionado Plan de Acción para los años 2022 al 2026 pretende lograr sistemas agroalimentarios y de salud sostenibles, reducir las amenazas mundiales para la salud y mejorar la gestión de los ecosistemas. El plan se basa en seis líneas de acción como son: 

(1) Mejorar las capacidades para fortalecer los sistemas de salud; 

(2) Reducir los riesgos de zoonosis emergentes, epidemias y pandemias; 

(3) Control de enfermedades zoonósicas endémicas, enfermedades tropicales y enfermedades transmitidas por vectores; 

(4) Fortalecer la evaluación, gestión y comunicación de riesgos de seguridad alimentaria; 

(5) Frenar la pandemia de Resistencia a los Antibióticos; 

(6) Integrar el medio ambiente en la gestión “One Health”.

Todos estos programas y planes se enmarcan en el ámbito del Desarrollo Sostenible, en cumplimiento de los Objetivos de la Agenda 20-30 promulgados por la 70ª Asamblea General de Naciones Unidas de 25 de septiembre de 2015, que estableció los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para dicho período. En concreto se pretende avanzar en el cumplimiento del objetivo nº 1 (Fin de la pobreza), nº 2 (Hambre cero), nº 3 (Salud y Bienestar), nº 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), nº 12 (Producción y consumo responsables) y 17 (Alianzas para lograr los objetivos).

La pandemia de Covid-19 y el aumento de la sensibilidad internacional ante estos problemas de salud, hacen que a esta estrategia se sumen otros colectivos como el G-20, Unión Europea, o empresas privadas, ello hace que evolucione el concepto de una forma dinámica, incluyendo matices no sólo biológicos, ecológicos, químicos o epidemiológicos, sino que también abarca cuestiones psicológicas y riesgos sociológicos (grupos anti-vacunas por ejemplo), y mostrando la importancia de la educación como arma fundamental en la consecución de estos objetivos.

El planteamiento actual "One Healh" por lo tanto no es sólo un marco de trabajo colaborativo multidisciplinar, sino que ha evolucionado a un nuevo marco de pensamiento y de planificación basado en la sostenibilidad ambiental (en concordancia con los ODS) y en la asignación de recursos pensando en objetivos a largo plazo y en actividades preventivas, de vigilancia y de investigación. Según todo lo anterior, nuestra relación con el entorno se debe de basar en la “Sostenibilidad”, en sus tres vertientes, ambiental, económica y social, de forma que nuestras actividades no tengan efecto negativo sobre las condiciones ambientales, se preserve la salud de los ecosistemas y los recursos para futuras generaciones.

La principal novedad de esta estrategia a efectos prácticos, además del impulso y gobernanza de los programas anteriormente mencionados, es la necesidad de colaboración entre instituciones, administraciones y las distintas profesiones implicadas, incluyendo la importante labor de la concienciación ciudadana.

Los distintos niveles administrativos (local, autonómico, estatal, europeo) tienen sus propias competencias a nivel normativo y de control, es imprescindible una coordinación y una colaboración efectiva entre estas autoridades, así como entre sus técnicos, de manera que se permita e impulse un trabajo colaborativo en favor de unos objetivos claros con la mayor eficiencia en el uso de recursos. A estos efectos es importante que dichas administraciones asignen personal y recursos suficientes para la concienciación de la población y el control efectivo del cumplimiento de la normativa, circunstancias que es frecuente que queden en segundo plano y no presenten prioridad en niveles decisorios más proclives a centrarse en la inmediatez y en cuestiones de actualidad mediática.

Al mismo tiempo las propias profesiones y sus órganos de representación, deben promover la necesidad de colaboración y la formación en estos aspectos multidisciplinares.

F. Javier Tejedor Martín

PhD. MV

Asociación Andrés Laguna para la

Promoción de las ciencias de la Salud

www.cienciasalud.org