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martes, 9 de junio de 2015





El paro de larga duración y la desigualdad salarial incrementa la violencia de pareja contra las mujeres


Por Laura Otero
Asociación Andrés Laguna para la Promoción de las Ciencias de la Salud

La probabilidad de sufrir violencia de pareja es mayor para las mujeres que viven en comunidades autónomas alta tasa de paro masculino de larga duración y elevada desigualdad salarial. Esta es la conclusión de un estudio liderado por la Dra. Belén Sanz, investigadora de la Escuela Nacional de Sanidad (Instituto de Salud Carlos III) y realizado con la colaboración de la Universidad de Alicante y la Universidad de Toronto (Canadá) tras analizar la Macroencuesta Española de Violencia de Género 2011.

La violencia contra las mujeres en la pareja es un complejo problema de salud pública que se extiende a lo largo de todo el mundo. El objetivo del estudio fue analizar la posible relación entre el desempleo y las desigualdades económicas de la comunidad autónoma de residencia y la violencia de pareja contra las mujeres. Los resultados obtenidos muestran como, vivir en una comunidad autónoma con una alta tasa de paro masculina de larga duración y/o una elevada desigualdad salarial incrementa la probabilidad de que una mujer sufra violencia de pareja.

Concretamente se observó que las mujeres que viven en regiones donde existe una mayor desigualdad salarial entre sus habitantes tienen una probabilidad un 72% mayor de sufrir violencia de pareja que las mujeres que viven en regiones una desigualdad salarial menor. También se observó que las mujeres que viven en comunidad autónomas donde la tasa de paro masculino de larga duración es mayor, tienen una probabilidad un 81% mayor de  sufrir violencia de pareja que las mujeres que viven en regiones con una baja tasa de paro masculino de larga duración.

Estos resultados fueron obtenidos tras realizar un estudio de la Macroencuesta Española de Violencia de Género 2011, que incluye 7898 mujeres mayores de 18 años. Dicha Macroencuesta fue realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas, en el marco de un convenio establecido con el actual Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. En este trabajo, las comunidades autónomas fueron clasificadas en tres grupos (tertiles) según su tasa de paro de larga duración en hombres, y según la desigualdad salarial en la comunidad, medida esta por el índice de GINI.

Actualmente desconocemos por qué y cómo el desempleo masculino y la desigualdad salarial a nivel regional incrementan la probabilidad de que una mujer sufra violencia de pareja. Algunos estudios realizados previamente  sugieren que vivir en un contexto con una tasa de desempleo alta incrementa la frustración y el estrés entre los hombres al percibir reducida su capacidad de encontrar trabajo y por tanto de cumplir su rol social como cabeza de familia.  En relación a la desigualdad económica, hay trabajos que asocian este hecho con una falta de cohesión social, hecho que puede facilitar el aislamiento de las mujeres y disminuir el control social para disuadir a los maltratadores. Por otra parte la desigualdad salarial produce un estrés en las personas al  percibir una posición inferior dentro de la escala social. Dicho estado de estrés y de ansiedad, puede a su vez incrementar la violencia.


En el contexto actual de crisis económica estos resultados cobran especial relevancia. La asociación entre la desigualdad salarial y el paro con la violencia de pareja contra las mujeres es un hecho con grandes implicaciones políticas. Es importante poner el relieve el impacto de los indicadores económicos sobre la salud de la población y concretamente,  sobre la violencia de pareja contra las mujeres.



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