El paro de larga duración y la desigualdad salarial incrementa la violencia de pareja contra las mujeres
Por Laura Otero
Asociación Andrés Laguna para la Promoción de las Ciencias de la Salud
La
probabilidad de sufrir violencia de pareja es mayor para las mujeres que viven
en comunidades autónomas alta tasa de paro masculino de larga duración y
elevada desigualdad salarial. Esta es la conclusión de un estudio liderado por
la Dra. Belén Sanz, investigadora de la Escuela Nacional de Sanidad (Instituto
de Salud Carlos III) y realizado con la colaboración de la Universidad de
Alicante y la Universidad de Toronto (Canadá) tras analizar la Macroencuesta
Española de Violencia de Género 2011.
La violencia
contra las mujeres en la pareja es un complejo problema de salud pública que se
extiende a lo largo de todo el mundo. El objetivo del estudio fue analizar la
posible relación entre el desempleo y las desigualdades económicas de la comunidad
autónoma de residencia y la violencia de pareja contra las mujeres. Los
resultados obtenidos muestran como, vivir en una comunidad autónoma con una
alta tasa de paro masculina
de larga duración y/o una elevada desigualdad salarial incrementa la
probabilidad de que una mujer sufra violencia de pareja.
Concretamente se observó que las
mujeres que viven en regiones donde existe una mayor desigualdad salarial entre
sus habitantes tienen una probabilidad un 72% mayor de sufrir violencia de
pareja que las mujeres que viven en regiones una desigualdad salarial menor. También
se observó que las mujeres que viven en comunidad autónomas donde la tasa de
paro masculino de larga duración es mayor, tienen una probabilidad un 81% mayor
de sufrir violencia de pareja que las
mujeres que viven en regiones con una baja tasa de paro masculino de larga
duración.
Estos
resultados fueron obtenidos tras realizar un estudio de la Macroencuesta Española de
Violencia de Género 2011, que incluye 7898 mujeres mayores de 18 años. Dicha
Macroencuesta fue realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas, en
el marco de un convenio establecido con el actual Ministerio de Sanidad,
Servicios Sociales e Igualdad. En
este trabajo, las comunidades autónomas fueron clasificadas en tres grupos
(tertiles) según su tasa de paro de larga duración en hombres, y según la
desigualdad salarial en la comunidad, medida esta por el índice de GINI.
Actualmente
desconocemos por qué y cómo el desempleo masculino y la desigualdad salarial a
nivel regional incrementan la probabilidad de que una mujer sufra violencia de
pareja. Algunos estudios realizados previamente sugieren que vivir en un contexto con una tasa
de desempleo alta incrementa la frustración y el estrés entre los hombres al
percibir reducida su capacidad de encontrar trabajo y por tanto de cumplir su
rol social como cabeza de familia. En
relación a la desigualdad económica, hay trabajos que asocian este hecho con
una falta de cohesión social, hecho que puede facilitar el aislamiento de las
mujeres y disminuir el control social para disuadir a los maltratadores. Por
otra parte la desigualdad salarial produce un estrés en las personas al percibir una posición inferior dentro de la
escala social. Dicho estado de estrés y de ansiedad, puede a su vez incrementar
la violencia.
En el contexto
actual de crisis económica estos resultados cobran especial relevancia. La
asociación entre la desigualdad salarial y el paro con la violencia de pareja
contra las mujeres es un hecho con grandes implicaciones políticas. Es
importante poner el relieve el impacto de los indicadores económicos sobre la
salud de la población y concretamente, sobre la violencia de pareja contra las
mujeres.
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