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martes, 10 de noviembre de 2015

Redes Sociales: La nueva forma de comunicarse







            Cuando en la actualidad hablamos de comunicación entre seres humanos, el término red social aparece en las dos primeras frases, y una vez llegado a ese punto, si no conoces los vocablos trending topic, hanstag, muro o viral, deberás admitir que estás totalmente desfasado.

            El mundo de las redes sociales, ya se llamen Twitter, Facebook, LinkedIn o Tuenti, no es sólo un universo de comunicación, sino que su influencia es tan enorme, que revoluciones como la tunecina, la egipcia, o la siria han comenzado por él; y si bien ese inicio nos conmovió a todos por este aire de libertad que parecía tener, la actualidad nos ha demostrado que, a pesar de que el efecto de comunicación es importante, el control de esos medios por parte de quien ostenta el poder puede anularlo, ya sea por las armas -como se ha visto en Egipto- o cancelando las comunicaciones cibernéticas con occidente -como ha ocurrido en China-. En fin ¡¡siempre nos quedará Túnez!!

        Pero las redes sociales no sólo tienen ese impacto “político”, sino que es algo tan impresionante, ¡tan maravilloso!, que consigue que unas personas digan a otras lo que piensan acerca de cualquier tema en cualquier parte del mundo. Nos enteramos tanto de los grandes asuntos que ocupan la atención de casi toda la humanidad como de los pequeños que ocupan el interés de tan sólo dos o tres personas.

      Podemos ver la representación teatral de unos niños en una pequeña aldea lapona, o un gran juego de magia que el mejor mago del mundo representa en el mejor teatro de Broadway. Sabemos que nuestra amiga Luisa ha aprobado la oposición y lo está celebrando en Torrevieja donde luce un bikini espectacular, y los profundos pensamientos de nuestro amigo Antonio acerca del sentimiento de las ballenas piloto. ¡Nunca hemos tenido tanta información de nuestro entorno! A estas alturas del invento Facebook y Twitter, que tanto dinero han dado a unas cuantas personas, se han convertido en la Wikipedia (otra RRSS o red social) de cada persona. Ya es posible que hablando de o con una persona común -quiero decir no famosa- , en breves minutos podemos conocer gran parte de su vida, al menos de la vida que hay escrita.

     Pero no solamente nos comunicamos política o personalmente, sino de forma profesional, porque  continuamente se vuelcan en la red los avatares que ocurren en cada profesión. Tanto es así que vivimos la maravilla de seguimientos de blogs personales donde individuos con ánimo y temas sobre los que escribir nos deleitan con ellos, ya sean de cocina, de fotografía, de belleza, de medicina, de veterinaria, de enfermería, de cuidados, de formación y un sinfín de asuntos más.

    Y el “novamás”  es el número de seguidores: cuantos más tienes, más impacto e influencia social posees, y más prestancia cibernética adquieres. Recuerdo que una vez me retwitteó un twett la Universidad Autónoma que llegó a 100.000 seguidores, ¡¡nunca había escrito para tanta gente a la vez!! Recientemente el responsable de la Policía Nacional que llevaba los tweet, estaba consiguiendo tantos seguidores que fue fichado por una multinacional.

        Por concluir, si quieres comunicarte, ya no puedes hacerlo por carta, solo el whassap, mail, y los antes mencionados te permitirán estar en esta sociedad de la comunicación.

         Pero a lo largo de este relato, has ido percibiendo que además de las excelencias que aportan las redes sociales, conllevan algunos riesgos, y no sólo los hasta aquí descritos. Con alguna frecuencia se han producido acosos cibernéticos a ciertas personas -que por suerte ya se pueden denunciar -, en ocasiones se originan disputas entre los participantes en esas conversaciones electrónicas en las cuales unos y otros se pierden el respeto, y otras veces se utilizan las imágenes de terceros sin su consentimiento. Como todo en esta vida, el problema o la excelencia de una  herramienta no está en ella misma, sino en su aplicación, y como en cualquier relación entre los humanos, la base de cualquier iniciativa debe ser el comportamiento ético y el respeto al otro.

      ¿Qué horizonte esperan a las  redes sociales? Pienso que se incrementarán enormemente, que alcanzarán campos que hasta ahora no imaginamos, y que desde luego cubrirán de forma importante esa necesidad imperiosa que tenemos los humanos de comunicarnos. Cuando esto avance, echaré de menos la cercanía visual de las personas, sus olores o sus gestos, aunque supongo que no tardarán en descubrir cómo integrarlos.


Juan Manuel Garrote Díaz
Secretario General de la Organización Médica Colegial

Vicepresidente de la Asociación Andrés Laguna para la Promoción de las Ciencias de la Salud

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