En el V Congreso de Deontología Médica, celebrado en
Segovia en mayo, se celebró una interesante mesa redonda sobre el Burnout en el
personal sanitario.
Se comentaron las causas, diagnóstico, tratamiento y
prevención de esta situación, alertando de las graves consecuencias que puede
tener para la sociedad y el profesional trabajar en estas condiciones tan
negativas. Los expertos consideran el burnout como un desgaste profesional, que
se caracteriza por la desmotivación y el desinterés por el trabajo, acompañado
de malestar interno e insatisfacción, constituyendo en la actualidad un
problema de salud pública.
Sin perder de vista los factores externos, que son
muchas veces el desencadenante del problema, como la carga asistencial, el
deterioro del clima laboral, la falta de remuneración económica adecuada, etc.,
el Doctor Ricardo Abengózar resaltó el hecho de que, en las mismas situaciones
conflictivas, hay profesionales que se queman y otros no, y la importancia de
unos valores éticos y antropológicos de la persona que consigue mantener su
equilibrio emocional.
Partiendo de la importancia de que las
administraciones cuiden de sus profesionales, del clima laboral, de las
condiciones adecuadas y de la remuneración justa, podemos valorar lo que cada
uno puede aportar para evitar llegar a un estado tan pernicioso.
Siempre me ha llamado la atención el testimonio del
Psiquiatra vienés, ya fallecido, Víctor Frankl, el cual analiza la respuesta de
diferentes personas ante una situación tan extrema como fueron los campos de
concentración nazis, en uno de los cuales estuvo él internado.
Recoge sus
experiencias en el libro “El hombre en busca de sentido”; a modo de ejemplo,
cito dos frases, que resumen las conclusiones a las que llegó el doctor Frankl
tras sus observaciones sobre él mismo y sus compañeros de cautiverio:
“La libertad interior puede elevar al hombre por
encima de un destino adverso y eso no solamente en un campo de concentración.
Cualquier hombre, a lo largo de su vida, se verá enfrentado a su destino y
tendrá la oportunidad de convertir un puro estado de sufrimiento en una hazaña
interior”
“Cada hombre, incluso en condiciones trágicas, puede
decidir quién quiere ser – espiritual y mentalmente- y conservar su dignidad
humana”.
De manera similar, el Psiquiatra español Doctor Luis
Rojas Marcos dice en su libro “Superar la adversidad. El poder de la
resiliencia”: “la capacidad para superar la adversidad se nutre casi siempre de
razones concretas para vivir”.
Aunque las causas del burnout son complejas y muchas
externas a la persona, podemos poner de nuestra parte, decidir quién queremos
ser y conservar nuestra dignidad. La resiliencia es una fuerza natural que
mueve a la mayoría de las personas a superar las situaciones adversas.
Y si nos vemos abocados a esa situación, buscar ayuda
de profesionales que nos ayuden a superarla.
José García Velázquez.
Pediatra.
Asociación Andrés Laguna para la Promoción de las Ciencias de la Salud
No hay comentarios:
Publicar un comentario